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La Importancia de Papa en la Política

Alejandro Vargas Osorio

México, 21/04/2025


A raíz de la reciente pérdida del Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio) el día de hoy 21 de abril del 2025, creemos importante hacer un repaso histórico de la relevancia política que ha tenido la figura del Papado para el escenario internacional. Desde sus orígenes, el Papa ha desempeñado un papel fundamental no solo en la esfera religiosa, sino también en la política. Como máxima autoridad de la Iglesia Católica, el Papa ha sido un actor clave en la configuración de las relaciones de poder, la diplomacia y los valores morales que influyen en las sociedades. Su impacto ha evolucionado desde la Edad Media, cuando ejercía un poder temporal directo, hasta la actualidad, donde su influencia es más moral y simbólica. 


Medievo y Renacimiento


Durante la Edad Media, los Papas no solo eran líderes espirituales, sino también soberanos políticos. Según Mutolo y Savarino (2015), el Poder Temporal de los pontífices, especialmente a partir del siglo VIII con la Donación de Pipino, les concedió el control sobre los Estados Pontificios, un territorio en el centro de Italia que se extendían más allá de la Diócesis y el Ducado de Roma, que perduró hasta mediados del siglo XIX. Figuras como el Papa Inocencio III ejercieron una influencia decisiva en las coronaciones de emperadores, como en el caso de Federico II, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, demostrando que la autoridad papal pudo superar incluso a la de los monarcas.


En el Renacimiento, el Papado se convirtió en un actor político más secularizado. Papas como Alejandro VI (Rodrigo Borgia) y Julio II (Giuliano della Rovere) utilizaron alianzas militares y diplomáticas para expandir su poder, incluso participando en guerras como la Liga de Cambrai (1508). La Reforma Protestante impulsada por Martín Lutero, sin embargo, marcó un declive en su influencia directa, al ser cuestionada su autoridad religiosa y política en Europa.


Aún así, en los siglos posteriores, el Papado mantuvo un rol en la política internacional. Por ejemplo, el Concordato de 1801 entre Napoleón y Pío VII (Niccolo Chiaramonti) mostró cómo la Santa Sede negociaba con poderes seculares para proteger los intereses de la Iglesia.


Era Contemporánea


En la actualidad, el Papa ya no gobierna territorios extensos, pero su influencia política persiste a través del Soft Power, lo que implica ejercer presión sin utilizar necesariamente la fuerza, implica más manipulación o negociación (Joseph Nye, 1990). Como voz moral global, el Pontífice interviene en debates como los derechos humanos, la paz mundial y la justicia social. Juan Pablo II (Karol Wojtyla) fue clave en la caída del comunismo en Europa del Este, apoyando movimientos como Solidaridad en Polonia. Su diplomacia y viajes internacionales demostraron cómo el Papado podía influir en procesos políticos sin ejércitos ni decretos.


El Papa Francisco (Bergoglio) ha reforzado este papel, abordando temas como la migración, el cambio climático y la desigualdad económica. Sus encíclicas, como Laudato Si’ (2015), han influido en agendas globales, llegando a ser citadas en discursos de la ONU. Además, su mediación en conflictos, como el acercamiento entre Cuba y EE.UU. en 2014, muestra que el Vaticano si bien sigue manteniendo relevancia diplomática, ya no sostiene el poder político que solía tener en el medievo y el renacimiento, ni la misma prontitud de respuesta. Giovanni Sartori (2015) de hecho criticó esta incapacidad de reacción cuando se confirmaron las masacres de cristianos en Kenia: “El Papa tiene su responsabilidad. Es un gran pícaro. Cuando se verificaron las masacres de cristianos en África, él se pronunció demasiado tarde y usando palabras poco consistentes.” Lo que es un claro reflejo de que el papado no cuenta más con poder político como solía. 


Conclusión


La figura del Papa ha transitado de ser un poder político directo en la Edad Media a convertirse en una autoridad moral con influencia global. Si bien ya no gobierna Estados, su capacidad para movilizar conciencias, mediar en conflictos y promover valores éticos lo mantiene como un actor político con relevancia hasta cierto punto. En un mundo marcado por crisis ideológicas y divisiones, la voz del Papa sigue siendo un referente para millones, demostrando que su influencia política, aunque diferente, sigue vigente.


 
 
 

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